No, no pensar cómo ver en la oscuridad, sino pensar en ver la oscuridad. Pensar en aquello que interviene para que la mirada se haga posible; cómo afectar la oscuridad y cómo lograr que ceda a la mirada –la de los videntes, la del fotógrafo ciego. Pensar la posibilidad, esta otra posibilidad de ver: percibir, abarcar, calcular lo oscuro. Pensar revelarlo como oscuridad. Pensar la imagen, los efectos, la oscuridad-mundo. Pensar que el espacio, con tan sólo mirar la oscuridad, se altera.
Disparadores
jueves, 29 de abril de 2010
La imagen Imaginaria
Extractos sobre la oscuridad y la fotografía no vidente
El fotógrafo ciego trabaja no con la caja oscura y la fotosensibilidad de la película, creando imágenes introduciendo pequeñas porciones de luz, sino con la oscuridad del mundo, de su mundo. Es en este mundo, en la oscuridad total donde abre rendijas, pequeños orificios, donde permite que penetren diminutas porciones de luz; es también esta oscuridad que desgarra para que la luz la inunde por fracciones de tiempo. Expone, durante largos ratos nocturnos, la oscuridad-mundo a estas marcas, señales y vetas de luz –esperando esperanzado que, de pronto, el mundo se revele, que la oscuridad en sí se revele...
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